ENSEÑANZA, VOL. XII
(1994) pp. 213-231
JAVIER
GIL FLORES
EDUARDO
GARCÍA JIMÉNEZ
GREGORIO
RODRÍGUEZ GÓMEZ
Dpto.
Didáctica y Organización Escolar y
M.I.D.E.
Universidad
de Sevilla
Facultad
de F. y CC.EE.
Avda.
San Francisco Javier, s/n
41005
Sevilla
RESUMEN
En
este trabajo defendemos la utilización conjunta de las metodologías cualitativas
y cuantitativas en la investigación educativa. En particular, nos centramos en
la aplicación de técnicas estadísticas representativas de la escuela francesa de
análisis de datos -analyse des données- en las primeras fases del
desarrollo de una investigación mediante grupos de discusión. Partiendo de
datos acerca de la población estudiada en un ejemplo concreto de investigación,
el análisis de correspondencias múltiples seguido de la clasificación
jerárquica ascendente permite configurar un mapa de grupos y cubrirla fase de
muestreo.
STATISTICAL ANALYSIS CONTRIBUTIONS POR SAMPLING ON FOCUS GROUP RESEARCH
SUMMARY
In this paper we argüe for
using both qualitative and quantitative methodologies in educational research.
Particularly, our work are focused on the application of statistical
techniques, representative of French tradition of data analysis -analyse des
données-, within early developmental stages of any group focused research.
With data from studied population in a particular research case as a starting
point, a múltiple correspondence analysis and the subsequent ascending
hierarchical classification make possible to shape a grouping map and to
complete the sampling stage.
CONTRIBUNON DE L'ANALYSE STATISTIQUE A L'ECHANTILLONNAGE DANS LA RECHERCHE
A TRAVERS DES GROUPES DE DEBAT
RESUME
Dans cet article nous
supportons l'idée d'une utilisation conjointe des méthodologies qualitatives et
quantitatives dans la recherche sur l'éducation. En particulier, nous nous
occupons de l'utilisation des méthodes statistiques de l'analyse des données
dans les premières étapes d'une recherche développée á travers des groupes
de débat. A partir des données concernant la population étudiée dans un cas
concret, l'analyse des correspondances múltiples suivi de la classification hiérarchique
ascendante ont fait possible dessiner la structure de l'ensemble des groupes et
compléter l'échantillonnage
1. INTRODUCCIÓN
La investigación en educación se desarrolla siguiendo
un proceso general, aceptado por la comunidad científica, que comprende una
serie de fases y se rige por normas que garantizan la calidad de los
resultados. El uso de las técnicas estadísticas por los investigadores
educativos suele darse preferentemente en la fase de análisis de datos, en la
que la información recogida por diversos procedimientos y técnicas es sometida
a un proceso de examen con el fin de encontrar el significado que se esconde
tras los datos y extraer conclusiones relevantes de cara al problema objeto de
investigación. En este examen de los datos, la estadística proporciona un
amplio abanico de técnicas, algoritmos de cálculo, pruebas, criterios de
decisión, reglas de interpretación, etc., que utilizados adecuadamente
facilitan la tarea de análisis.
El uso de la estadística en la investigación educativa
ha experimentado en las últimas décadas una doble expansión. De una parte, ha
desbordado los límites de los programas de investigación positivistas,
cuantitativos o experimentales. Tradicionalmente, el uso de la estadística se
circunscribía a los estudios de corte cuantitativo y era precisamente una
característica de este tipo de programas de investigación. Sin embargo, cada
vez más el empleo de las técnicas estadísticas ha estado presente en
investigaciones desarrolladas desde otros marcos de referencia filosóficos y metodológicos.
Superada, desde esta perspectiva, la contraposición entre métodos cuantitativos
y cualitativos, la investigación realizada desde posiciones
fenomenológico-interpretativas e incluso la investigación realizada desde
programas de investigación críticos, recurren en el análisis de la información
al recuento y a la cuantificación, que abren paso a algún tipo de tratamiento
estadístico de los datos. Y cuando menos, se admite la complementariedad de
ambos tipos de métodos.
De otra parte, la expansión de la estadística se ha
reflejado en un incremento de la variedad y complejidad de las técnicas
empleadas en la investigación educativa. La evolución de la informática ha
propiciado el desarrollo de nuevos métodos de análisis, que sin el recurso al
ordenador habrían permanecido en el terreno de la conjetura o de la mera
curiosidad matemática. Las actuales técnicas de análisis multidimensional
permiten el tratamiento simultáneo de múltiples variables y de un elevado
número de sujetos, realizando cálculos complejos en tiempos relativamente breves.
Tomando estas ideas como punto de referencia, vamos a
ejemplificar algunas de las posibilidades del análisis estadístico en el
desarrollo de la investigación cualitativa. Concretamente, hemos utilizado las
dos técnicas más representativas de la denominada escuela francesa de análisis
de datos -analyse des données-, desarrolladas a partir de 1960 y fundamentadas
en las aportaciones de J.P. Benzécri: el análisis de correspondencias y la clasificación
automática. Haciendo uso de las mismas, presentaremos un estudio cuantitativo
realizado con la finalidad de diseñar la muestra de grupos que tomaríamos en el
curso de una investigación cualitativa desarrollada siguiendo la metodología de
grupos de discusión.
2. UN PROBLEMA DE MUESTREO
El ejemplo que presentamos en estas páginas está
tomado de un estudio con el que pretendíamos explorar las perspectivas de los
profesores de EGB y Preescolar de la provincia de Sevilla sobre la reforma del
sistema educativo (Gil Flores, 1992). El citado estudio se desarrolló siguiendo
un proceso de investigación basado en la técnica de los grupos de discusión.
Teniendo en cuenta los elementos que caracterizan esta metodología de trabajo
(Ibáñez, 1986, 1989), una de las primeras fases consiste en la selección de la
muestra, es decir, en determinar el número y composición de los grupos que
entrarán a formar parte del diseño de investigación.
Como hemos señalado en algún artículo anterior
aparecido en esta revista (Gil Flores, 1993), cuando tratamos de realizar una
investigación mediante grupos de discusión, la unidad considerada para el
muestreo no son los participantes sino los grupos. Se trata de elegir una
muestra de grupos que representen diferentes posiciones en relación al tema
discutido. El interés no se dirige a la reproducción cuantitativamente
representativa de los diferentes sectores considerados en la población, con el
fin de poder realizar generalizaciones de los resultados; se persigue que todos
y cada uno de los segmentos de la población diferenciables en relación al tema
investigado, con independencia de su importancia cuantitativa, estén presentes
en el diseño. Interesa conocer la articulación de las diferencias antes que la
repetición de identidades, por lo que es preciso prestar atención tanto a lo cuantitativamente
minoritario como a lo representativo de una mayoría.
De acuerdo con estas premisas, habría que descartar
procedimientos de muestreo probabilístico, dirigidos a "construir modelos
reducidos de la población total, con resultados extrapolables al universo del
que se extraen" (Rodríguez Osuna, 1991:12). El modo habitual en que suelen
determinarse el número y la composición de los grupos que formarán parte de un
proyecto de investigación se encuentra más próximo al modelo de muestreo
deliberado o intencional (Patton, 1980), que consiste generalmente en la
determinación teórica de un conjunto de rasgos característicos del grupo
estudiado para buscar a continuación sujetos que respondan a éstos. El problema
de investigación, las concepciones sobre el mismo, los factores empíricos que
lo afectan y, sobre todo, las características de la población en relación al
problema estudiado llevan a determinar el mapa de grupos, segmentando la
población y señalando las características comunes de los sujetos que integran
cada segmento.
Configurar la muestra para llevar a cabo un estudio
mediante grupos de discusión implica, por tanto, conocer con cierta profundidad
la población objeto de estudio, de tal forma que sepamos diferenciar a priori
los segmentos de ésta a los que podrían corresponder opiniones diferentes
acerca del tema estudiado. Sin embargo, cuando esto no ocurre, la fase de
muestreo tendría que verse auxiliada por análisis previos realizados sobre la población,
que contribuyan a un mejor conocimiento de la misma.
Teniendo en cuenta la trascendencia del muestreo, dado
que los discursos de grupo que obtengamos dependerán en buena medida de la
elección que hagamos de la muestra, hemos recurrido a un estudio descriptivo
previo de los profesores de la provincia de Sevilla que nos permita diseñar una
muestra de grupos de discusión. Consideraremos las propuestas de Conde (1987),
quien trata de establecer vías de uso conjunto de las técnicas cualitativas y
cuantitativas, planteando para ello un isomorfismo entre las mismas de acuerdo
con analogías en las dimensiones topológicas de determinadas técnicas de uno y
otro tipo. De acuerdo con sus sugerencias, la operación por la cual se diseña
el mapa de grupos en la investigación
mediante grupos de discusión, basadas en el
conocimiento teórico de la población, resultaría isomorfa con el estudio de la
estructura de un grupo de objetos en un espacio n-dimensional, desarrollado a
través del análisis de correspondencias.
Adoptando este isomorfismo, en el ejemplo que hemos
tomado para ilustrar la utilidad de ciertos procedimientos cuantitativos en la
fase de muestreo, los grupos constituidos emergen como resultado de un proceso
analítico basado en la clasificación jerárquica ascendente realizada tras un
análisis de correspondencias múltiples. Para llevarlo a cabo, hemos
seleccionado de forma aleatoria a un 25% de los 7.723 profesores que ejercían
su docencia en centros públicos de la provincia de Sevilla durante el curso 1991/92,
resultando una muestra de 1.931 profesores.
3. LA INFORMACIÓN INICIAL
Hemos comenzado por identificar una serie de
características o rasgos (variables) que representen información relevante de
cara a clasificar a los profesores en grupos que potencialmente difieran en sus
concepciones y posiciones ante la actual reforma de la educación. Las variables
identificadas fueron elegidas por su aparente relevancia en la explicación del
modo en que se diversifican las opiniones sobre la reforma. La elección de
tales variables se ha apoyado en la información obtenida a partir de las
aportaciones de autores que se han ocupado del tema de la innovación y el
cambio educativo, y a partir de las opiniones expresadas por expertos
conocedores de los procesos de innovación y reforma en nuestro ámbito territorial.
De este modo, hemos incluido como información de
partida la edad de los profesores, el sexo, su experiencia profesional, su
titulación, el nivel en que ejercen la docencia, y su vinculación con los
procesos de innovación educativa. Esta última variable se operativizó en varios
indicadores relativos al centro (actividades de experimentación, Seminarios
Permanentes solicitados) o a la zona donde se encuentran destinados los
profesores.
La información sobre la edad, experiencia
profesional, titulación, nivel y seseo de los profesores fue obtenida del
Centro de Proceso de Datos de la Delegación Provincial de Educación y Ciencia
de Sevilla. Los datos correspondientes a las variables implicación en la
experimentación, número de Seminarios y zona se elaboraron a partir
de la información facilitada por el Instituto Andaluz para la Formación Permanente
del Profesorado, de la Consejería de Educación y Ciencia. Estos datos se
referían a la experimentación de la reforma en los centros de la provincia y a
todos los proyectos de actividades de innovación solicitados para el curso
1991/92, con independencia de que tales solicitudes se encontraran entre las finalmente
aprobadas para su realización.
Puesto que la finalidad de este estudio nos había
llevado a utilizar el análisis de correspondencias múltiples, fue preciso
categorizar los valores de las variables. La justificación de las variables
mencionadas y la categorización de sus valores en varias modalidades será
presentada en los párrafos siguientes.
a) Edad
La edad ha sido una de las variables incluidas, pues
entendíamos que las actitudes del hombre evolucionan a lo largo de su ciclo
vital, de modo que sería posible distinguir distintos posicionamientos
actitudinales e ideológicos -en particular, respecto al cambio educativo- con
el paso de los años. La influencia de la edad en las actitudes, necesidades y
conductas del profesor ha sido el punto de partida para algunos estudios que
han tratado de conectar los distintas etapas de la vida del maestro con los
estadios de su desarrollo profesional (Oja, 1989)- Como pone de manifiesto
Sikes (1992), la investigación ha mostrado ampliamente que diferentes experiencias,
actitudes, percepciones, expectativas, satisfacciones, frustraciones, etc.
aparecen unidas a diferentes fases de la vida del profesor. Los valores de esta
variable fueron codificados en tres modalidades, respetando la división hecha
por el Coordinador del Centro de Profesores de Sevilla, quien al ser preguntado
sobre los rasgos personales que distinguían a los profesores con distintas
actitudes ante la reforma, aludía a la edad de quienes participaban en
actividades como cursos de introducción y análisis de los diseños curriculares:
El sector más acomodado a su situación actual suele ser el del profesorado cuya edad sobrepasa los 45 años. O sea, a partir de los 45 años un sector muy importante de la población en el Centro de Profesores de Sevilla es el profesor más reacio (...). El sector de población entre 30 y 45 años participa muchísimo, ... muchísimo. Y los más jóvenes participan poco (...).
b) Sexo
Aunque indirectamente, también el sexo podría suponer
cierta diversidad en la opinión del profesorado ante la reforma. Generalmente,
los cambios en el sistema abren posibilidades de promoción profesional, que
según su situación respecto a la misma motivarían diferentes opiniones en los
profesores. Pero, como afirman Ortega y Velasco (1991), las aspiraciones de
mejora formativa, profesional o de estatus parecen seguir pautas diferentes en
hombres y mujeres, debido a la mayor presión a que se ven sometidos los hombres
para acceder a logros sociales que por lo general no se suelen esperar de la
mujer.
c) Experiencia profesional
La experiencia profesional ha sido estimada a través
del número de trienios con que cuenta cada profesor. La experiencia implica el
haber seguido procesos de formación distintos y el haber tenido contacto con
otros cambios parciales o generales del sistema educativo. Además, el ejercicio
de la docencia influye en el punto de vista de los profesores sobre la realidad
escolar. Los estudios sobre problemas y satisfacciones de los profesores
revelan que los maestros más expertos mencionan diferentes clases de problemas
y satisfacciones que los maestros que tienen una experiencia limitada (Hall y
Hord, 1987:55). En la puesta en práctica de las innovaciones educativas, los
años de docencia constituyen un atributo de los maestros
que afectaría a la implementación de los proyectos de
cambio (Sarason, 1982).
Los profesores que poseen 2 ó menos trienios cuentan
con menos de 9 años de docencia. Una parte importante de ellos aún no tiene
destino como propietario definitivo, situación a la que habían accedido en el
último concurso de traslados los que poseían una antigüedad de 7 años desde su
nombramiento como funcionarios. En el extremo opuesto, tuvimos en cuenta la
aparición del Plan de Estudios de Magisterio de 1967, iniciado durante el curso
escolar 1967/68, que exigía por primera vez el Título de Bachiller Superior
como requisito indispensable para ingresar en las Escuelas (Gómez Barnusell,
1972). Aquéllos que cuentan con más de 7 trienios necesariamente siguieron
planes anteriores al mencionado.
d) Titulación y nivel
Las consecuencias que los cambios en el sistema
educativo tendrán sobre el profesorado nos han llevado a tener en cuenta
variables como titulación académica y nivel en que ejercen la docencia. La
nueva estructuración del sistema hace que se abran vías menos restrictivas para
la promoción profesional de quienes, estando en posesión del título de
Licenciados, ejercen como profesores de EGB. Para estos profesores se habilitan
mecanismos que permiten el acceso a la docencia en la Enseñanza Secundaria
(LOGSE, disposición adicional decimosexta). Del mismo modo, los que se ubican
en el Ciclo Superior de la EGB tienen oportunidad de permanecer en el primer
ciclo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Por
contra, los profesores de Preescolar verán ampliada su
intervención educativa a alumnos de 3 años, con los perjuicios que ello pueda
ocasionar.
La gran diversidad de titulaciones que poseen los
profesores de la muestra ha quedado reducidas a una simple clasificación en
diplomados y licenciados, aludiendo al título más elevado de entre los
conocidos para cada sujeto. Las consideraciones hechas más arriba en tomo al
modo en que se verían afectados por los cambios estructurales en el sistema
según el nivel que ocupan, aconsejaba distinguir los que ejercen en Preescolar,
los que lo hacen en los Ciclos Inicial y Medio, y en el Ciclo Superior, dejando
una cuarta categoría para especialistas en Pedagogía Terapéutica y Audición y
Lenguaje.
e) Vinculación con la innovación educativa
La actitud ante el cambio educativo, valorada a partir
de la proximidad a la generación y puesta en práctica de procesos de innovación
o experimentación, fue otro de los aspectos considerados. Ha sido destacada la
importancia de la participación en los cambios para el éxito de cualquier
innovación (González González, 1984), o el papel de la actitud ante los cambios
en general en el rechazo o aceptación de la actual reforma (Esteve Zarazaga,
1991). Aquí, hemos tratado de recoger este rasgo mediante tres variables.
La variable implicación en la experimentación intenta
reflejar, para cada profesor, el grado de predisposición y compromiso hacia el
cambio basándonos en datos de los centros de destino tales como las solicitudes
de actividades de innovación y experimentación educativas presentadas a la
convocatoria para el curso 1991/92 y en la participación en la experimentación
de algún nivel o ciclo de la reforma. La implicación en la experimentación
quedó establecida en tres modalidades: la no experimentación, la
experimentación baja, y experimentación alta.
Otra variable relacionada con la innovación, la denominada
número de Seminarios Permanentes, indica el número de solicitudes de
Seminarios Permanentes presentadas a la convocatoria para el curso 1991/92 en
el centro en el que ejerce el profesor. Esta variable cubría también tres
modalidades, que se correspondían con los valores asignados a profesores en
cuyos centros de destino no se había solicitado ningún Seminario Permanente,
los que pertenecían a centros donde se solicitaron 1 ó 2 de éstos, y finalmente
el valor asignado a los docentes destinados en centros que habían participado
en la convocatoria con más de 2 proyectos de Seminario.
Por último, otro aspecto relacionado con la actitud
ante la innovación podría venir dado por la variable zona en que se
encuentra destinado el profesor, que refleja la mayor o menor actividad
innovadora por la ubicación del profesor en un determinado ámbito geográfico.
Para ello se han considerado las 16 demarcaciones geográficas en que queda
delimitada la provincia de Sevilla, atendiendo al ámbito de actuación de los 8
centros de Profesores y las 8 Aulas de Extensión existentes. Para cada una de
éstas se calculó un índice de innovación, resultante de dividir el número total
de Seminarios Permanentes y Proyectos solicitados en los centros de la zona por
el número de profesores destinados en ella. Se establecieron tres tipos de
zonas (alta, media y baja), de acuerdo con el índice de innovación calculado.
Las modalidades establecidas para cada variable y el
número de sujetos de la muestra incluidos en cada categoría quedan recogidas en
la Tabla 1.
TABLA
1
MODALIDADES DE CADA
VARIABLE Y NÚMERO DE SUJETOS
VARIABLE
|
MODALIDADES
|
N
|
EDAD
|
1. Entre 22 y 30
años
|
92
|
2. Entre 31 y 45
|
1034
|
|
3. Entre 46 y 66
años
|
695
|
|
-. No
determinada
|
110
|
|
EXPERIENCIA
PROFESIONAL
|
1. De 0 a 2
trienios
|
329
|
2. De 3 a 7
trienios
|
1146
|
|
3. De 8 a 14
trienios
|
456
|
|
TITULACIÓN
|
1. Diplomados
|
1592
|
2. Licenciados
|
100
|
|
-. No
determinada
|
239
|
|
NIVEL
|
1. Preescolar
|
238
|
2. Ciclos
inicial y medio
|
926
|
|
3. Ciclo
superior
|
625
|
|
4. Otras (P. Terapéutica,
Audición y Lenguaje
|
77
|
|
-. No
determinada
|
65
|
|
IMPLICACIÓN EN
LA EXPERIEMNTACIÓN
|
1. No
experimentada
|
1491
|
2. Baja
experimentación
|
236
|
|
3. Alta
experimentación
|
204
|
|
NUMERO DE
SEMINARIOS PERMANENTES
|
1. No
solicitaron SSPP
|
1197
|
2. 1-2 SSPP
|
655
|
|
3. Más de 2 SSPP
|
79
|
|
ZONA
|
1. Zona de baja
experimentación
|
678
|
2. Zona de media
experimentación
|
969
|
|
3. Zona de alta
experimentación
|
284
|
|
SEXO
|
1. Hombre
|
812
|
2. Mujer
|
119
|
4. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
La información recogida acerca de los
profesores fue analizada de acuerdo con el proceso descrito
anteriormente. La finalidad ha sido llegar a clasificar a los sujetos a partir
de las características personales, académicas y profesionales que conocemos
acerca de ellos y caracterizar las clases resultantes. El análisis estadístico se
ha realizado utilizando el paquete de programas SPAD.N (Lebart, Morineau y Lambert,
1988).
Análisis de correspondencias múltiples
Los datos recogidos han sido sometidos a un análisis
de correspondencias múltiples, tratando de determinar cómo se estructuran
espacialmente los sujetos y las diferentes modalidades consideradas para cada
variable incluida en el estudio. La suma de los 18 valores propios obtenidos
tras la aplicación del análisis, denominada traza, alcanza el valor de 2.25. En
el caso del análisis de correspondencias múltiples, los valores propios arrojan
una estimación pesimista de la varianza explicada. Siguiendo las indicaciones
de Benzécri (1979), es posible obtener el porcentaje de la varianza explicada
por cada eje a partir de los valores propios transformados, hallados de acuerdo
con los cálculos indicados por este autor. En la Tabla 2 presentamos los 10
primeros valores propios transformados y los respectivos porcentajes de la
varianza explicada por los ejes factoriales. El primer plano factorial
explicaría un 52.14% de la varianza total, alcanzándose un valor próximo al 70%
al considerar la explicación de la varianza acumulada para los cuatro primeros
ejes.
TABLA
2
PORCENTAJES DE VARIANZA EXPLICADA A
PARTIR DE LOS VALORES PROPIOS TRANSFORMADOS
VALOR
PROPIO
|
VALOR
PROPIO TRANSFORMADO
|
%
VARIANZA EXPLICADA
|
.2715
.2139
.1719
.1585
.1394
.1356
.1299
.1264
.1210
.1166
|
,0466
.0251
.0135
.0106
.0070
,0064
,0055
,0050
,0043
,0037
|
33.89
18,25
9.82
7.71
5.09
4.65
4.00
3.64
3,13
2,69
|
Las variables que acumulan mayores contribuciones
absolutas en el primer eje son edad y experiencia profesional, indicando
a éstas como las de mayor responsabilidad en la construcción del primer factor.
Las coordenadas en el primer eje indican que son las modalidades
correspondientes a edades superiores a los 45 años y número de trienios por
encima de 7 (coordenadas de 0.96 y 1.91 respectivamente) las que se sitúan en
el extremo positivo del eje, oponiéndose claramente a las modalidades de menor
edad y menor número de trienios, situadas en el extremo negativo con
coordenadas de -1.97 y -1.37. El segundo factor recibe también la contribución
importante de la variable nivel, correspondiendo a las modalidades Preescolar
y otros, coordenadas positivas, frente a Ciclos Inicial y Medio, y
Ciclo Superior con coordenadas negativas.
Una apreciación más rápida de este tipo de
oposiciones, o de las proximidades espaciales entre las modalidades, puede
obtenerse a partir de su representación gráfica en el primer plano factorial
(Figura 1). La configuración resultante sugiere la proximidad en una misma zona
de distintos atributos, comenzándose a dibujar las características que podrían
definir a cada uno de los grupos que pretendemos determinar.
Así, en el primer cuadrante, y en una zona alejada del
origen de coordenadas, parecen concentrarse características que definirían un
perfil de profesores mayores de 45 años, con más de 7 trienios de antigüedad y
destinados en una zona de baja experimentación. Del mismo modo, otras regiones
del plano parecen indicar una estructuración de las modalidades de la que
resultarían profesores de Preescolar, con una edad de hasta 30 años y una
experiencia profesional de 2 trienios o menos (segundo cuadrante); o profesores
licenciados, de sexo masculino y destinados en el Ciclo Superior (zona inferior
derecha del plano).
Es, por tanto, el posicionamiento de las modalidades
de las variables en el espacio lo que nos permitirá determinar grupos, tomando
en consideración criterios de proximidad. Como acabamos de apuntar, una vía
podría consistir en examinar las características que se sitúan en una misma
región del espacio, tomándolas como definidoras de un tipo de individuos. Sin
embargo, la interpretación de los gráficos obtenidos tras el análisis de
correspondencias podría resultar engañosa debido al efecto distorsionador que
conlleva la reducción de un espacio n-dimensional a un plano.
Podríamos también determinar los sujetos que se
agrupan en el espacio, para establecer a partir de ellos los rasgos comunes que
definen a cada grupo. Pero al quedar la visualización limitada generalmente a
dos dimensiones, el estudio de un número elevado de sujetos, como en nuestro
caso, ocasionaría un recargamiento tal del gráfico que resulta desaconsejable
situar a éstos en el espacio factorial bidimensional formado por los dos
primeros ejes. Aquí hemos eludido tal representación.
Por todo ello, resulta conveniente recurrir a algún
otro procedimiento que nos ayude a interpretar adecuadamente los resultados del
análisis factorial de correspondencias. Un recurso habitual es proceder a la
clasificación automática de los sujetos de acuerdo con sus puntuaciones
factoriales.
Clasificación jerárquica ascendente
Por las razones antes apuntadas, la clasificación de
los sujetos a partir del valor de sus puntuaciones factoriales se usa como
técnica complementaria al análisis de correspondencias (Benzécri, 1973; Lebart
y Salem, 1988). De este modo es posible obtener una partición del conjunto de
sujetos, que quedan agrupados según su similitud. El procedimiento que hemos
utilizado construye una clasificación jerárquica ascendente de los individuos
utilizando el criterio de agregación de Ward o criterio de la inercia.
La Figura 2 muestra el dendograma obtenido al
clasificar a los 1931 profesores sobre la base de sus coordenadas factoriales
en los cuatro primeros ejes. La solución resultante muestra la estructura de la
clasificación a un nivel de partición que arroja 12 elementos terminales o
clases, número que hemos fijado al programar el análisis, dado que diferentes
autores coinciden en situar en 10 ó 12 el número máximo de grupos considerados
en un proyecto de investigación mediante grupos de discusión (Goldman y
McDonald, 1987; Goodman, 1984; Templeton, 1987; Wells, 1974).
Llegados a este punto, es necesario tomar una decisión
sobre el número de clases, y por tanto de grupos de profesores, que
retendríamos finalmente. La observación del dendograma (Fig. 2) permite
advertir que los saltos más importantes en los índices que indican el nivel al
que una clase es agregada a otra clase, expresados en porcentajes sobre la suma
total de índices, se dan entre los valores 998 y 17.07, y desde 4.80 a 8.05. Si
en el dendograma trazáramos líneas transversales entre los puntos que
representan a estos índices, cortaríamos el árbol en 4 ó 6 clases
respectivamente.
Cuatro grupos suele considerarse como el mínimo que
debería formar parte de un estudio mediante grupos de discusión (Templeton,
1987), por lo que hemos preferido tomar 6 clases. En relación a las doce
inicialmente obtenidas, quedarían constituidas del siguiente modo: {1,2,31,
Í4|, {5,61, {71, {8,9,10) y {11-12) (ver Fig. 3). El número de sujetos que
forman parte de estas seis clases, así como el agrupamiento en las mismas de
los 12 primeros elementos terminales aparecen recogidos en la Tabla 3.
TABLA 3
NÚMERO DE SUJETOS Y COMPOSICIÓN DE LAS 6 CLASES
OBTENIDAS
CLASE
|
SUJETOS
|
CONTENIDO
|
1ra
|
249
|
1-2-3
|
2da
|
128
|
4
|
3ra
|
243
|
5-6
|
4ta
|
447
|
7
|
5ta
|
371
|
8-9-10
|
6ta
|
493
|
11-12
|
Puesto que el procedimiento de muestreo en el que
enmarcamos todos estos análisis tiene un carácter estructural, no nos interesa
seguir criterios cuantitativos orientados a la representatividad estadística,
sino abarcar el más amplio abanico de perspectivas sobre la reforma. Por tanto,
con independencia del mayor o menor número de sujetos que se incluyan en las
clases, seleccionaremos un grupo representativo de cada una de ellas. De
esta forma, podemos dar respuesta parcialmente al problema que nos planteábamos
al principio: se constituirían un total de 6 grupos de discusión para estudiar
las perspectivas de los profesores sobre la reforma educativa.
Caracterización de los grupos
Hasta ahora hemos logrado clasificar a los sujetos en
6 grupos diferentes, pero aún no conocemos las características que definen a
esos grupos. Para ello, hemos realizado una descripción de las clases
obtenidas, caracterizándolas por ciertas modalidades. El análisis consiste en
calcular la probabilidad de que una modalidad alcance determinada frecuencia
dentro de una clase, partiendo de la hipótesis nula de que la frecuencia total
de esa modalidad se distribuye aleatoriamente entre todas las clases de la
partición. Es decir, nos planteamos la siguiente cuestión: ¿es
significativamente más abundante la modalidad dentro de una clase, que dentro
de la muestra total de individuos? El modelo probabilístico adecuado para
resolver este problema, responde a la ley hipergeométrica. Basándonos en ésta,
es posible obtener la probabilidad asociada a la frecuencia con que aparece una
modalidad dentro de una clase. Si trasladamos la probabilidad obtenida a un modelo
de distribución normal, podemos obtener un valor de z con probabilidad similar
de ser superado. Este valor se denomina valor-test (Morineau, 1984) y puede ser
tomado como un índice del poder descriptor de la modalidad respecto a la clase.
La Tabla 4 recoge éstos y otros datos útiles para
conocer la composición de las clases y poder valorar las diferencias entre
ellas. Así, por ejemplo, las primeras líneas de datos dentro de la clase 1 nos
indican que ésta se compone de 249 sujetos, que representan el 12.89% de la
muestra estudiada. La modalidad zona alta, de la variable zona, característica
del 14.71% de los sujetos de la muestra, es poseída por el 87.15% de los
sujetos de esta primera clase. La elevación de este porcentaje dentro de la
clase se debe a que el 76.41% de los sujetos que se encuentran en zona de alta
innovación han quedado incluidos en la clase 1. Por tanto, estar destinado en
una zona de alta innovación parece ser un atributo que definiría a los sujetos
del primer grupo, y de ahí que esta modalidad posea en la clase 1 un valor-test
de 2921, cuya probabilidad de ser superado en caso de una distribución al azar
es prácticamente nula
TABLA
4
CARACTERIZACIÓN DE
LAS CLASES POR LAS MODALIDADES
Hemos tomado un poder descriptor mínimo de 10 como
criterio para retener las modalidades que definirán a cada uno de los 6 grupos
de profesores constituyentes de la muestra de grupos. De este modo, queda
determinada la composición de los mismos.
5. CONFIGURACIÓN DE LA MUESTRA
Gracias a los análisis estadísticos realizados,
estamos en disposición de definir la muestra de grupos que podríamos considerar
en el estudio mediante grupos de discusión. El primero de los 6 grupos que
forman la muestra determinada se caracteriza claramente por su predisposición
positiva a la innovación educativa (destinados en zonas de alta innovación y en
centros con más de 2 Seminarios Permanentes). La tercera de las modalidades con
mayor poder descriptivo, no considerada por alcanzar un valor inferior a 10,
corresponde también al nivel superior de la variable implicación en la
experimentación.
El segundo grupo es el de los profesores jóvenes,
puesto que no sólo es este rasgo una modalidad característica de la clase, sino
que el 100% de los profesores que cuentan con menos de 30 años han quedado
clasificados en ella (ver Tabla 4). Como cabría esperar, se trata también de
profesores con una corta experiencia profesional.
El tercero de los grupos posee como característica el
estar constituido por hombres, con una experiencia profesional de entre 3 y 7
trienios, destinados en el Ciclo Superior y con una titulación de Licenciados.
Lo característico del grupo cuarto es estar integrado
por profesores que presentan valores medios en la mayoría de las variables en
que se apoya su descripción: experiencia profesional, nivel, zona, edad. Además,
es peculiar de este grupo la condición de Diplomados, atributo que tampoco lo
sitúa en una posición distante del perfil medio de la población estudiada.
En el quinto de los grupos destaca el carácter de
profesores de Preescolar del 37.47% de sus miembros, porcentaje donde se
incluyen casi 6 de cada 10 (58.40%) profesores de Preescolar existentes en la
muestra. En este grupo aparece una modalidad desconocida para la variable título.
Es decir, sería característico de estos sujetos el que no poseamos datos
acerca de su titulación.
Por último, el sexto grupo se compone de profesores
con más de 45 años (el 96.55% de los incluidos en él), y con amplia experiencia
profesional. El perfil de estos profesores se completa con estar destinados en
zona de baja innovación. Si atendemos a las modalidades que siguen en poder
descriptor a la última de las consideradas para determinar la composición de
este grupo (no experimentación y ningún Seminario Permanente), confirmamos este
rasgo de escaso compromiso con la innovación educativa, en los términos en que
aquí la hemos definido.
Finalmente, hemos obtenido una representación gráfica
(ver Fig. 4) de las 6 clases o grupos en que ha sido dividida la muestra
inicial de 1931 profesores, sobre el primer plano factorial resultante del
análisis de correspondencias múltiples desarrollado al inicio del proceso de
selección de la muestra. La coordenada de una clase en un eje es la media
aritmética de las coordenadas en ese eje factorial de todos los sujetos
incluidos en la clase. Este gráfico puede ser considerado un verdadero mapa de
grupos de discusión -empleando la terminología de Conde (1987)- similar a los
que aparecen en el diseño de diversos trabajos realizados mediante esta técnica
de recogida de datos (De Lucas y Orti, 1983; ALEF, 1987), aunque obtenido en
esta ocasión mediante un procedimiento sistemático de análisis.
FIG
4
POSICIÓN
DE LAS CLASES EN EL PRIMER PLANO FACTORLAL
En el gráfico queda patente el peso de la edad y la
experiencia profesional en la interpretación del primer eje factorial, como
discutíamos más arriba, manifestándose claramente la oposición entre los grupos
segundo y sexto, mientras que los restantes ocupan posiciones más centradas, en
consonancia con su valor medio en estas variables. El ligero desplazamiento de
los profesores de Preescolar (grupo quinto) hacia el lado izquierdo se explica
por la tensión que se da en este grupo entre las dos variables relacionadas con
el tiempo: mientras que se caracterizan por una edad central (entre 30 y 45
años), no alcanzan más de tres trienios de experiencia. El factor segundo, al
que también contribuyen las variables edad y experiencia profesional,
se construía además a partir del nivel en que se encuentran destinados los
profesores. Así, los profesores de los grupos quinto (profesores de Preescolar)
y tercero (éstos caracterizados por ejercer en el Ciclo Superior) quedan opuestamente
situados a lo largo de este eje.
6. CONCLUSIONES
Las técnicas del análisis de datos de la escuela
francesa se revelan como interesantes instrumentos en estudios descriptivos. En
particular, el uso conjunto del análisis de correspondencias múltiples y la
clasificación jerárquica ascendente resulta especialmente adecuado al objetivo
de determinar la muestra de grupos en un diseño de investigación mediante
grupos de discusión, en el que interesa un muestreo estructural, que recoja
todos los tipos posibles sin que importe la representatividad cuantitativa de
los mismos. Además, soslaya la dependencia que, para afrontar esta tarea, el
investigador tiene de un conocimiento a priori de las posiciones que se dan en
la población estudiada. El carácter sistemático del procedimiento analítico
empleado, descarta críticas de subjetividad de las que el investigador cualitativo
podría ser objeto cuando toma decisiones acerca de la muestra de grupos.
De esta forma, queda ejemplificada la importante contribución
que los métodos de análisis estadístico pueden aportar en determinadas fases de
la investigación cualitativa. Además de permitir una descripción de los sujetos
estudiados y orientar al investigador en la fase de muestreo, como aquí hemos
señalado, el uso de técnicas cuantitativas sería útil en fases como el análisis
de datos o la verificación de conclusiones. Es cada vez más aceptado que en los
estudios cualitativos, una vez analizados los datos mediante procesos de
reducción de la información, identificación de elementos y de relaciones entre
los mismos, búsqueda de modelos, etc. se recurra a la cuantificación para
valorar la importancia de los diferentes temas, procesos, fenómenos hallados, o
incluso para aplicar técnicas de análisis estadístico a los datos numéricos
resultantes del recuento de códigos o categorías. La triangulación de métodos
cuantitativos y cualitativos para llegar a conclusiones similares, o cuando
menos complementarias, es considerada una estrategia para la validación de las
conclusiones.
En definitiva, la utilización de procedimientos
cuantitativos en el marco de la investigación cualitativa contribuye a la
apertura de una importante vía para la vigorización mutua de métodos,
eliminando la rígida división entre paradigmas que caracterizó a la investigación
educativa en épocas pasadas.
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